Y tú, ¿qué tipo de persona quieres ser?
La verdad que a veces una se
siente desolada con ciertas noticias. Te hacen pensar que vivimos en un mundo lleno
de personas sin corazón, personas que cogen lo que necesitan sin reparar en el
daño que hacen y, cuando lo han usado a su conveniencia, lo tiran, lo desechan.
No hay mejor forma de deprimirse
que viendo un telediario. Muchas veces
no somos conscientes del efecto tan devastador que tienen ciertas cosas sobre
nuestro ser. Tenemos que estar informados de lo que pasa en el mundo sí, ¿pero de qué forma? ¿todo vale? ¿de verdad necesitamos
saber datos escabrosos de cada suceso que pasa?
Después de consumir por cualquier
vía (ya sea ver, leer o que nos lo cuenten) malas noticias enseguida nos invade
la sensación que comentaba al principio: que nuestro mundo está lleno de
personas interesadas, sin empatía, personas que nos harán daño, que usarán la
información que tienen de nosotros para perjudicarnos… y no es verdad.
Desde aquí quiero lanzar un grito
más que de esperanza de realidad. Las personas buenas llenan nuestro mundo,
nuestra vida, las tenemos por todas partes, solo basta con observar y querer
verlas. Muchos pensaréis “qué inocente, con la de gente mala que hay, no seas
Mr Wonderful…” y sí, soy un poco inocente, pero he de decir que en mi vida me
he cruzado con personas malas, pero malas de verdad, a consciencia, de las que disfrutan
haciendo daño, pero con el tiempo me di cuenta de algo: que esas personas llegaron a mi vida para ofrecerme
un aprendizaje.
Cuando has aprendido lo que venían a enseñarte, se van…
así que
hasta a esas personas que han pasado por mi vida
les estoy agradecida.
El Reiki me ha ayudado mucho en
esto, me ha ayudado a ver más allá, a no quedarme en el dolor ni en la rabia que
a veces te generan ciertas personas y situaciones y sacar solo eso, el
aprendizaje que necesitamos para crecer como personas. Es un trabajo difícil,
más cuando lo estás viviendo, pero no es imposible de hacer. Es como si una
venda invisible que te tapara los ojos se cayera y de repente pudieras ver con
claridad cosas que antes no veías y he de decir que se siente una paz y una
libertad indescriptibles…
Tengo clarísimo que el Reiki
llega a tu vida cuando debe llegar y de la mano de la persona adecuada para ti.
Ni antes ni después. Por eso si alguno sentís por dentro la necesidad de
probarlo, de saber más, de sentirlo… no dudéis en buscaros un buen profesional
que lleve a vuestra vida esta grandísima herramienta que aportará luz, bienestar, plenitud...
Y no olvidéis observar la
cantidad de personas que la vida pone en tu camino para ayudarte a crecer
¡aunque aún no sepamos verlo!
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