Una nueva etapa...

Llevaba ya meses pensando en dejar mi trabajo como Terapeuta Ocupacional en una residencia de personas mayores. Había completado ya ciclo allí, aprendido todo lo que tenía que aprender y dado todo lo que tenía que dar.

Era momento de cambiar.

Pero no me atrevía a dar el salto, algo me frenaba: el MIEDO.
Miedo a salir de mi zona de confort, dejar un trabajo fijo en los tiempos en que estamos, cambiar la seguridad por incertidumbre... necesitaba ese cambio, pero tenía miedo a dejarme llevar por la vida, a confiar...

Fue a raíz de hacerme La Conexión (ya explicaré más adelante qué es eso) que lo vi claro: ya no podía seguir con la vida que llevaba; estaba en incoherencia conmigo misma y eso me hacía sentir mal así que di el paso. Un viernes por la mañana entré en el despacho de mi jefa y entre lágrimas y balbuceos se lo dije. Que lo dejaba. Que en ocho años y tres meses había dado todo allí y era tiempo de cambiar.

La decisión costó pero ¡qué liberación! Era tiempo de reconstruirme; recoger los pedacitos de Bea que habían quedado esparcidos alrededor mío y reinventarme.

Solo cuando dejas lastre detrás aparecen nuevas oportunidades.

Había llegado el momento de materializar el proyecto que llevaba meses rondando mi mente. ¿Será viable? Confía en que sí. ¿Podré vivir de esto? Confía en que sí. ¿Seré capaz de llevar mi propio negocio? Confía en que sí. Confía, confía, confía... Y cuando confías, cuando te dejas caer de espaldas sobre la vida porque sabes que Dios aprieta pero no ahoga... entonces es cuando cualquier milagro puede hacerse real.

Dejé mi trabajo en la residencia el 30 de Junio de 2017. Inauguré Kelaia Bio el 29 de Junio de 2018. En mi mente siempre estuvo la idea de darme un año "sabático". Cuidado con lo que proyectamos porque se hace realidad...




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