MÁS experiencias MENOS cosas
Si algo nos ha enseñado este confinamiento es que las cosas materiales están muy en segundo lugar. Tener mucha ropa, muchas joyas, tener tener... eso no nos hace más felices ni hace que nos sintamos plenos de verdad. Lo cierto es que cuando compramos algo nos sentimos bien, vamos a una tienda de ropa por ejemplo y el hecho de mirar, de elegir qué nos gusta más, probarnos una prenda y visualizarnos con ella saliendo a cenar a ese sitio tan especial, sentir cómo nos miran por lo bien que nos queda... esa sensación nos engancha tanto como una droga y puede hacer que consumamos demasiado tan solo por sentirla. Pero hay una mala noticia, bueno dos: la primera es que esa sensación de bienestar es falsa y la segunda es que dura muy poco , de hecho dura justo hasta que pagamos, después se esfuma. La sensación de bienestar que tenemos cuando compramos algo es muy efímera. En cambio hay otras cosas que sí que hacen que nos sintamos plenos: las experiencias. Un v