Háblate como le hablarías a alguien que amas
La comunicación es un factor básico del ser humano. Necesitamos contar lo que nos pasa, lo que nos duele, compartir las alegrías y las buenas noticias con otras personas.
Comunicarse con otros es fundamental pero, ¿y la comunicación con uno mismo? Pues te adelanto que es tanto o más importante que la comunicación con otr@s.
¿Alguna vez te has parado a pensar cómo te hablas a ti mism@?
Imagina que tienes una amiga que, cada vez que quedas con ella, te critica, te dice lo inútil que eres, te dice lo mal que lo haces todo y que no eres capaz de hacerlo mejor. Además siempre te hace ver que la ropa que llevas te podría quedar mejor si perdieras unos kilitos y que tu pelo... puf, necesita un arreglo.
¿Cuánto tiempo soportaríamos a una persona así? Seguramente dejáramos de quedar con ella porque sus palabras nos hacen sentir mal, no nos ayudan a mejorar y nos hunden en la miseria, nos indignan...
Ahora piensa que esa mejor amiga eres TÚ MISM@.
Sé consciente de las veces que te hablas mal a lo largo del día. "Qué tont@ eres" "Qué mal te queda eso" "Seguro que se están riendo de mí" "Para qué voy a hacer el esfuerzo si va a salir mal" y así podríamos seguir durante una interminable lista de frases que forman parte de nuestro día a día.
¿Por qué no cambiamos nuestro discurso?
El ser humano es propenso a la auto-conversación negativa la buena noticia es que ¡esto se puede cambiar! Solo hay que ser consciente de las cosas que nos decimos y cambiar el discurso.
Hablar con uno mismo mejora la autoestima si elegimos bien qué decirnos, piensa que con la persona con la que pasas más tiempo ¡es contigo! Haz que ese tiempo sea agradable y no como si quedáramos con la amiga del ejemplo anterior...
Si te sorprendes teniendo un discurso negativo contigo mism@ piensa qué le dirías a alguien para cambiarle el chip y animarle, ten esa conversación contigo.
Al hablarte bien, empiezas a tener pensamientos más positivos y por lo tanto sentimientos más positivos.
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